Honduras se clasificó para el Mundial de Suráfrica gracias a una carambola final en la que encontró la ayuda de Estados Unidos, que empató con Costa Rica el último partido mientras el conjunto de Rueda ganaba a El Salvador. Todo ocurría en plena crisis política del país hondureño por el golpe de Estado que destituyó a Zelaya (otra vez Zelaya) en favor de Micheletti. El partido consumó la gran eclosión social. La única buena noticia en un país sumido en la desesperanza.
En dos años, Rueda ha rastreado todo el futbol hondureño, aunque acabó apostando por las figuras emigrantes, lideradas por La PanteraSuazo, el delantero del Inter que consiguió batir en el Cagliari el récord de goles de GigiRiva y ser nombrado mejor jugador extranjero de la Serie A en 2006. Como Kaká. Es el líder de una legión extranjera más experta de lo que su origen anuncia, más aguerrida de lo que su jerarquía presupone.
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